Seguramente si preguntáramos por el queso mas típico de Italia, la respuesta seria: el parmesano!!....aunque posiblemente alguno nos respondería la mozzarella.
El parmesano es un queso de pasta dura, de un sabor intenso y fantástico para condimentar cualquier plato de pasta.
En esta ocasión he preparado unas caracolas de parmesano con tomillo fresco, ideales como aperitivo.
La historia del parmesano resale a la Edad Media en la población de Bibbiano(provincia de Reggio Emilia) bajo la diócesis de Parma, de ahí su nombre. La proximidad en Parma de la salinas de Salsomaggiore ayudo a disponer de la sal necesaria para la elaboración del queso.
Debemos destacar que el queso Parmesano es un producto con Denominación de Origen Protegida (DOP) y por tanto el queso producido bajo esta denominación llevará en su parte externa la leyenda de "Parmigiano-Reggiano".
Si tenéis curiosidad por saber más sobre este fantástico producto podéis visitar en Parma el Museo de Parmigiano-Reggiano.
Fuente receta: Scoones. Ed. WKP
Ingredientes:
- 200 gr. de harina normal
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- Un pizca de sal
- 200 ml de nata líquida
- 100 gr. de parmesano rallado
- 2 cucharadas de tomillo fresco picado
- Pimienta negra y escamas de sal.
Preparación:
Precalentamos el horno a 220 grados.

Amasamos hasta obtener una masa elástica. Es posible que si la masa queda muy seca debamos añadir algo de agua.


Espolvoreamos con el queso y .....

minutos o hasta que estén dorados.